jueves, 29 de mayo de 2008

NO TE SALVES

No te quedes inmóvil al borde del camino
no congeles el júbilo no quieras con desgana
no te salves ahora ni nunca. .
No te salves no te llenes de calma
no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo
no dejes caer lo párpados pesados como juicios
no te quedes sin labios no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre no te juzgues sin tiempo. .
Pero si pese a todo no puedes evitarlo
y congelas el jubilo y quieres con desgana
y te salvas ahora y te llenas de calma
y reservas del mundo sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados pesados como juicios
y te secas sin labios y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil al borde del camino
y te salvas entonces no te quedes conmigo
Mario Benedetti

miércoles, 28 de mayo de 2008

INFANCIA

Al compás del recuerdo el hombre ya maduro apoyando sus brazos en el escritorio, busca una señal “fue en el brazo izquierdo” piensa. Recorre con mirada minuciosa el brazo. No descubre huella alguna, “cincuenta años disuelven el rastro de un dolor temprano. “No en el derecho no fue”. Sin embargo, de manera escrupulosa hace la excursión desde la mano hasta el codo. Nada, otro repaso. “Si aquí esta”. Un pequeñísimo arabesco sobre la piel morena en mitad del brazo. Por esa ventana diminuta hace su retorno a la escena infantil.

Despreocupado entra el niño al cuarto penumbroso de paredes altas. Del centro del techo cuelga una cuerda verdusca y retorcida en cuyo extremo difunde su luz mortecina una bombilla cubierta de pontitos marrones dejados con apremio por innumerables moscas, en el centro de la habitación un hombre vestido con traje gris de dril, la camisa apuntada hasta el botón del cuello, coloca cobijas una sobre otras, frazadas de lana de cuadros y rayas de colores opacos, el niño mira hacia la puerta entre abierta que da a la calle. El sol de la tarde extiende su luz dorada sobre la madera de un azul desvaído. El contraste de luz y sombra resulta fascinante. El niño se sienta al pie de la puerta, se quita la camisa, entorna sus ojos grandes y se dispone a recibir la canción tibia del sol. No piensa en nada, los minutos transcurren lentos y deliciosos. Súbitamente un chasquido seco, doloroso, incisivo como el coletazo afilado de un reptil. Un delgado surtidor de sangre se eleva del brazo el niño grita y corre a la habitación interior, las mujeres lo detienen y le lavan la herida. El recuerdo se diluye en las tinieblas, el fuetazo del padre lanzado por la hebilla ha dejado su rastro perenne sobre la piel morena.

MM año 2000

sábado, 10 de mayo de 2008

¿Locos... ? Quizá...



(¿Los elefantes serian más felices si fueran rosados? El rosa me parece un color como medio sin carácter, su mezcla se quedo a medias reclamando más de rojo o de
blanco, no se… Sin embargo siendo grises no se salvan de tal calificación aunque, difiere, porque aquí encontramos un color que resalta, se impone por el contraste y la ambivalencia entre negro y blanco, oscuro y claro, ¿triste y alegre? a diferencia del rosado que su tenuidad lo ubica en la ambigüedad; no obstante considero al gris como un color mas serio, por lo tanto propio y digno de ser llevado por la criatura mas grande que tenemos en la selva; el elefante. Aunque algunos no compartan mi idea porque desde su mirada se ve a los marranitos - que también llevan su color - como poco serios cuando caminan, entonces pienso que los marranitos tendrían que ser de otro color ¿quizás rosados? Gustos como subjetividades, nada mas que decir…)

Si alguien se acercara al texto anterior seguramente reclamaría por una primera parte, por algo que argumente, que de forma, consistencia, que contextualice, focalizando el asunto en cuestión; por que asumirlo en la inmediatez sin ningún reparo, quizá pueda terminar sumergiéndolo en el mundo de la incoherencia, y la incoherencia es propia del mundo de los locos y aunque esta nos ubica por fuera de la cultura es digna de ser pensada desde el lugar de la "sensatez" como posibilidad misma de "ser" un poco.

Es esta la razón para creer que después de escribilo, justifica y desprejuicia el calificativo de loco, para enaltecerlo y situarlo en la cumbre de los elogios, elogios que solo pueden ser comprendidos por aquellos que han encontrado en un otro la posibilidad de la compresión misma.

Un encuentro... ¿Coincidencias, casualidades? Difícil creer en ellas, porque cada cosa que surge en nuestra vida no lo hace por que sí, siempre hay un contenido expuesto allí independiente de que pueda ser visto o no; aunque no es posible negar las contingencias que pueden surgir en medio del vivir, prefiero nombrarlas como sincronías de la vida, porque me permite apreciar en ellas las concordancias, las correspondencias, las coherencias, las reciprocidades que se pueden generar, a través de los vínculos que se establecen aún desde la "distancia" misma y no, las simples eventualidades ubicadas en el azar.

Con esto quiero decir que puede existir "cercanía" en la "lejanía" y que no en vano, se presentan momentos para constatar en esta dicotomía la perfecta dualidad, y digo perfecta porque de ser de otra forma caería en la imperfección, dado que un encuentro de almas puede ser estropeado por la correspondiente mediación del cuerpo, este lo quiere todo por que hace parte de lo real y lo real es inaprensible, por lo tanto absorbente, demandante, posiciona siempre la falta en el núcleo de las posibilidades la cual solo pretende fantasiosamente ser colmada y esta imposibilidad se traduce en exigencias cada vez mayores para terminar en el hastió; paso siguiente, ubicar nuestra ilusión en otras veredas y soñar con que “esta vez será mejor”.

Quizá la ilusión bajo estas circunstancias se ubique en postergar desde el velo del enigma el placer mismo que se genera frente al contacto etéreo, que solo se puede tener acceso a él por medio de vocablos, silabas, palabras, frases bien conformadas, que componen grandes textos que tocan sentires que están en el alma, logrando identificar que alguien o algo esta llamando a su puerta, así se niegue a abrir, pero conserva la esperanza de que no esta sola frente a lo incierto, que hay compañía en el umbral mismo… y ni que decir de la compañía, que se acerca sigilosamente llama a la puerta con la esperanza de que no se abra, pero conservando el anheló de no ser expulsada.

Sin embargo, en estas condiciones no se podría asegurar que estamos exentos de que llegue el hastió, porque es parte de las posibilidades, pero la experiencia misma nos cuanta sobre las expectativas que se cimientan frente a la imposibilidad, siendo esta el mejor detonante de la curiosidad y esta busca respuestas. Desde aqui entonces podría pensarse que producciones como esta son ya de alguna forma una respuesta, que indica ya una posición frente al reto asumido con la vida misma, dejándonos cada vez con mayor necesidad de elevar nuestras percepciones y experimentar nuevas formas de acercamiento.


Pero no cualquiera, no es posible que sea cualquiera… existen particularidades en cada quien que hacen que pongamos frente a las situaciones y nos asumamos en ellas, permitiéndonos crecer y fortalecernos, entonces, cualquiera se quedaría en la mitad, abortaría su capacidad con tal de no generarse contratiempos con sus opiniones y poder continuar, negandose así a conocer el mundo que se abre ante sus ojos y que solo le sugiere incredulidad al confrontarse con su sencibilidad poco experimentada que termina por enceguecerlo.

La puerta está cerrada aún, ahí estoy, ahí estás, cada uno del otro lado, pero ésta continúa cerrada… y tus palabras y mis palabras puestas en medio menguando el remolino.

... es conveniente que continúe cerrada... con amago de abrirse.

viernes, 9 de mayo de 2008

MONOLOGO


Bajo las rotas columnas,
entre la nada y el sueño,
cruzan mis horas insomnes
las sílabas de tu nombre.

Tu largo pelo rojizo,
relámpago del verano,
vibra con dulce violencia

en la espalda de la noche.

Corriente oscura del sueño
que mana entre ruinas
y te construye de nada:
amargas trenzas, olvido,
húmeda costa nocturna
donde se tiende y golpea
un mar sonámbulo, ciego.


Octavio Paz

sábado, 3 de mayo de 2008

Elecciones

Casi nunca un amor tiene por objeto un cuerpo, mas bien se elige, se acepta un otro en nuestras vidas por el hechizo inexplicable con que nos envuelve... por lo que representa a nuestros ojos, a nuestras convicciones, a nuestros pensamientos; sin enbargo, el vehiculo para acercarnos a ese otro sigue siendo el cuerpo, un cuerpo que permita seducir, pero si este no seduce, algo mas debe seducir... quizás el caracter, la manera de vivir, de comportarse.de anehalar, de luchar , de conseguir, de ofrecerse, de entregarse.