¿DESANDANDO RECUERDOS?
A veces… solo a veces, te sumerges en los recuerdos y a pesar que la búsqueda te conduce a desandarlos parece que te mojas en ellos y el imperativo de dejarlos ir se desvanece, te recreas, te bañas, te regocijas y ya desaparece la necesidad de devolver el tiempo o de adelantarlo (sabes que no sería igual y temes dañar lo que tuvo su propio lugar), solo quieres dejarlos permanecer, estáticos, inmóviles, sin ninguna modificación que llegue a atentar contra su integridad absoluta y tú con ellos.
… Inmovilidad experimentas inmovilidad pero no de la que amenaza con ahogarte es la que te ubica en un momento tal donde parece que la vida misma se eclipsara en un fenómeno raro pero no escaso, donde aparecen dicotomías en un sentir que conforta pero a la vez angustia, que abre su seno y nos alberga y allí justo allí en medio queremos permanecer inmóviles, estáticos, sintiendo cada vez más el rigor del dolor y la dulzura, del miedo y la confianza, cada uno en diferente tiempo y a la vez juntos en este tiempo. Son momentos que no quieren volver, que no se desea que vuelvan… momentos que no quieren desaparecer, no se desea que desaparezcan… es la época que quiere quedase allí tatuada, es visitar lugares en tercera persona y visualizar los acontecimientos tal como sucedieron, es asomarse a la locura por momentos, es dejarse dominar por ella, que vale la pena por momentos.
miércoles, 3 de junio de 2009
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